Hoy escuché a mamá decir que
siendo una mujer joven quisiste
morir.
Hablaba por teléfono con alguien
sobre la debilidad de tus piernas
las personas que ves y que no
están.
Contó que tomaste una caja de
pastillas
y sólo te mantuvieron un año sin
colesterol.
¿Te acordás cuando nos
divertíamos
como nenas las dos?
nos gustaba poner la radio fuerte
me subía a tus pies, te tomaba de
las manos
y flotaba al ritmo de un vals,
una milonga o pasodoble.
Bailábamos por toda la casa
como en un musical,
limpiábamos jugando y yo hacía un
esfuerzo
por recordar las letras de los
tangos
para cantar con vos.
Ahora que te sostiene una silla
tu cara tomó la forma de los
huesos
y la pera temblequea más que
antes.
Cada tanto escuchas algo
o más o menos
y no sabemos dónde andás.
Te imagino volando alto
y me dan ganas de preguntarte,
abuela,
¿ya viste a tu mamá?
Somos dos árboles después de un
huracán
con medio cuerpo vivo y medio
entregado a la tierra,
esperando que pase el temporal.
Por suerte
una semana antes del accidente
ví esa película en la que la
protagonista habla
sobre la relación de los enfermos
con su cuerpo.
El pudor al desnudo se corre
y la preocupación está en verse
limpio
en oler bien.
Que importante saber
que nada puede decirles de mí
la esponja, el jabón
mi pelo al pasar el shampoo
o el banquito que sostiene mi
vulva desnuda.
Lo que tardo en avanzar una
cuadra
abrir una puerta o preparar un plato
de comida
no es un problema, lo que sí me
preocupa
es cómo se siente este cuerpo
cuando estás recostado al lado
mío.
Me abriste tu cama y bien pegados
compartimos la almohada
desde este ángulo veo pelos de tu
barba que crecieron más que otros
la caspa sobre los hombros de tu
remera negra
las uñas que olvidaste recortar
pero hay partes de mí que no veo ni alcanzo
y me avergüenzan.
Por suerte
una semana antes del accidente ví
esa película en la que un hombre
confía su cuerpo quemado a una desconocida.
Ella afeita su cara
moja las gasas en un agua con
perfume de almendras
limpia su piel y no tiene de qué
preocuparse, si al final
es sólo un cuerpo.
Ph. Minami Smith
Florencia Vissani,
Nació el 1 de enero de 1989. Es profesora y licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA).
Actualmente reside en General Daniel Cerri, una pequeña localidad del sur de la provincia de Buenos Aires.
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