Me besás el monte de Venus
que tengo en las manos,
en la pelvis,
decís
sos hermosa
sos hermosa,
y nos abrazamos
con la fuerza de querer
el cuerpo adentro.
No hay palabras para nombrar
el trazado del fuego, la intensidad es libre
de la raíz a los labios.
Las cosas se limpian
en la boca,
se purifican en su agua.
El río
mueve nuestros gemidos,
esas flores.
~
Cuando me acabás adentro
de la boca,
pruebo el sabor del río
luceros,
naranjas.
Foto: Denise Menache
María Ragonese
Nació en Buenos Aires, a fines de agosto de 1985.
Correctora editorial, poeta y otras hierbas.
Estos poemas pertenecen a su segundo libro, en el que trabaja actualmente.
Hola Natalia, quería recibir información sobre tus talleres. andreabaronzini@gmail.com
ResponderEliminarMuchas gracias!!