martes, 18 de septiembre de 2018

Ese río cuando suena


Ese río cuando suena

Porque al despertarme

Salgo a la galería
de esta casa
construida
sobre la pendiente
a base de piedras y descansos
de verano y lluvia torrencial.
Porque hay
pinos plantados
en la vegetación dura
nacida guacha entre las piedras
un colibrí plateado
que en su madrugada
desayuna unos jazmines.
Porque al despertarme
digo
desde los huesos
que están acá y me sostienen
qué silencio
y tardo en comprender
porqué lo digo
qué silencio
y me pregunto
sin abrir los labios
de qué está hecho.
Quizá
Del canto
de los pájaros
que lo atraviesan
sin romperlo.
Del cielo
cuando quiebra
la negrura de la noche
y amanece.
Del rumor del agua
de ese río
que puedo ver
porque suena.


Leopoldo
Me esperabas
con un pollo al disco
bajo la glicina
la mesa, el mantel floreado, la picada, el sifón, el Gancia
porque la parrilla
siempre fue
tu mejor manera
de decir
al fin llegaste te extrañaba.
No necesito, ahora, cerrar los ojos
para verte
como cada vez que volvía
desde la esquina
ahí, frente a las rejas
parado serio
ansioso
con tu bastón entre las manos
la gorra gris
la de diario
decolorada
luego de que te apagaste
mansamente
bajo el nogal
un mediodía
fue herencia
y aún la uso
cada verano.
Pero tú presencia:
es olor a bagna cauda en semana santa
puteada en piamontés

chorizo a la grasa.



Ph. Yasin Aribuga

Santiago Bessone

Comencé a transitar esta vida entre tradiciones piamontesas, en el comienzo de los años de plomo, cuando las tapas de los diarios hablaban del regreso de Perón y de la guerra de Vietnam. Es de ese pasado, que sigue siendo presente, de donde hoy surgen las palabras que encadeno, como aprendiz de orfebre, en muchos de mis versos.
Dicen, que las palabras, que la escritura, que la poesía, nos salvan. No puedo, aún, dar fe de eso. Pero si puedo afirmar que mi vida sería un poco menos amable sin esas palabras que me vibran en los dedos cuando el poema comienza a asomar como el sol sobre las sierras en donde hace más de cuarenta años mis ojos vieron por primera vez el mundo.



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