Ahora qué
Te enamoraste de otra.
Me quedé sentada
en la silla del patio
diez minutos mirando la pared blanca recién pintada
Me fumé tres cigarrillos
seguidos
apoyé la cabeza sobre la mesa
Me paré,
fui a buscar la ropa sucia y la metí en el lavarropas
negro y cosas de color
medias, bombachas, un short, algunas remeras,
una hora y media de lavado.
Busqué respuestas en los pensamientos más racionales que tengo
Fracasé
No prendí el porro.
Lavé los platos. Una fuente impregnada en aceite que resistía en la mesada
La taza del desayuno
El filtro de café
Saqué la bolsa de basura del baño,
barrí el piso de mi cuarto. Hice la cama.
Le contesté un mensaje a una amiga “dale, vení”
No comí,
terminó el lavado,
no colgué la ropa húmeda.
Rocío Varela
Te enamoraste de otra.
Me quedé sentada
en la silla del patio
diez minutos mirando la pared blanca recién pintada
Me fumé tres cigarrillos
seguidos
apoyé la cabeza sobre la mesa
Me paré,
fui a buscar la ropa sucia y la metí en el lavarropas
negro y cosas de color
medias, bombachas, un short, algunas remeras,
una hora y media de lavado.
Busqué respuestas en los pensamientos más racionales que tengo
Fracasé
No prendí el porro.
Lavé los platos. Una fuente impregnada en aceite que resistía en la mesada
La taza del desayuno
El filtro de café
Saqué la bolsa de basura del baño,
barrí el piso de mi cuarto. Hice la cama.
Le contesté un mensaje a una amiga “dale, vení”
No comí,
terminó el lavado,
no colgué la ropa húmeda.
Lo
que da miedo del amor
Lo
dice mi hermana, me pasó lo que da miedo del amor. Me lo dice en la playa con
la piel en la arena y el sol en los ojos. No sé bien qué quiere decir.
Analogías del mar
que te tiren de la cresta
de la ola
El vértigo cumplido. Caer
desde lo alto al agua: si son más de 50 metros equivale a una superficie
sólida. Caer y romperse el corazón contra el asfalto, que la sangre se derrame
en el piso.
Apretar fuerte los
dientes,
masticar arena,
sentir la sangre amarga.
Lo que da miedo del amor
/ vos no te enamoraste de mí.
Rocío Varela
Nací en otoño de 1991, en Chacarita, Buenos
Aires.
Sueño un montón. Empiezo muchas cosas y
termino pocas. Mi gata es mi aliada. Me gusta más lo salado que lo dulce y el
calor antes que el frío. Escribir y experimentar con la fotografía se está
convirtiendo- para mi- en una nueva manera de transitar el mundo, no sin dolor
pero más sincera.
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