lunes, 3 de julio de 2017



La Pampa

La primera vez que creí estar muerta
fue en La Pampa.
Íbamos en un auto azul platinado 
que tenían mis viejos.
Mi mamá nos enseñaba
a mi hermano, a mi papá
y a mí
sobre La Pampa húmeda
y La Pampa seca.
A la derecha 
y a la izquierda.
En un instante 
que miré su mano 
el ritmo del ripio 
cortó la charla
se detuvo el tiempo,
casi cuadro por cuadro
casi a cámara lenta
el auto azul platinado
se deslizó 
cruzó el asfalto 
y pafpafpaf                                                                                                                                                       silencio.
El silencio de La Pampa toda junta
¿Ya nos morimos?
pregunté.
La tierra 
más seca que húmeda 
en mi boca era 
el cosmos.
Escupí
de un lado 
y del otro
La Pampa
el desierto
la caída
y el accidente.



Todavía

¿Puede el mundo ser sutil cuando te veo respirar?
Inhalar y exhalar para permanecer acá
acostada y viva.
Giro la cabeza                  
y mis ojos se detienen en un rayo de sol
que entra por las hendiduras de la puerta.
Abuela
vi en tus ojos los míos
y amé ese momento
tan tuyo                  
tan entre la vida y la muerte.
Entre tu vida y mi muerte
entre tu muerte y mi vida.
Expandir el instante
dilatar el tiempo
en el que todavía
estás acá.
Pausas las respiraciones
casi imperceptibles
y enormes.
Fugamos a donde todo se abre.
Fugamos donde te veo morir.











Ana Laura Ossés
Nací el 28 de febrero de 1985 en La Plata.
Soy artista escénica, bailarina.  Me dedico al trabajo corporal como fuente de conocimiento y pensamiento.                    
Me gusta mucho permanecer abierta en el intento de escuchar el despliegue de sensaciones que pueden abrirse entre la danza y la escritura.

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