lunes, 5 de septiembre de 2016


Ausencia

I
El pelo todavía desordenado, el cuerpo flojo y el gesto raro del coma en la cara, recién rota. El choque seguía fresco en tu cuerpo, Pajarita. Y tenías cara de nada, como nunca. Por la boca abierta se metía un tubo verde que te hacía respirar una determinada cantidad de aire en una frecuencia constante, como si no fueras un alma rebelde. II No sé si estoy dormida, flotando o cayendo, si me quede sorda en algún momento. Y de vos no sé nada. Te encuentro en sueños viva y muerta, entre los perros.



(De la serie del mar)


Me acerco al Lobo de mar,
a su piel de espejo,
trepo y salto  las piedras
mirandolo a los ojos.
Negros, redondos,
lunares.
En un punto
me detengo
muerta de miedo:
el impulso
 no es hacia delante,
es hacia adentro.
Mi cuerpo
ya no puede moverse,
en vez, se llena de calor.

***

Me quedé
eternamente quieta.
Sólo mis uñas
crecieron.
Ahora son
imperceptiblemente
más largas.

*** 
Vivo
dentro
del Lobo.
Dentro y fuera
del Lobo.
No es como hacer equilibrio,
es como si el instante en que me caigo
de un lado o del otro
nunca llegara.
El vértigo
me mantiene
unida a sus ojos,
como una telaraña
que se tensa y se vence
al mismo tiempo.






PH: Delfina Forster


Olivia Milberg

Mi nombre es Olivia, nací en 1992 en Argentina, CABA. 

Desde niña me d​ediqué a mi voz, cantan​d​o, sonando. 
Una noche se rompieron algunos de los huesos de mi pierna derecha, entre otras cosas. 
Desde la aparente quietud del reposo, empece a moverme por el terreno de la escritura. 
Mi voz ganó, desde entonces, una nueva dimensión que complementa (nunca completa) mi propia educación. 

3 comentarios: